martes, 23 de marzo de 2010

Google, China y el control de la información


Nos encontramos en una nueva era, en la que las multinacionales son capaces de desafiar a uno de los estados más poderosos del mundo. Bueno, no podemos convertir una excepción en regla, se trata de una multinacional: Google, que llevaba años aceptando a regañadientes la censura que le imponía el Gobierno chino. Tal ha sido la presión ejercida por la dictadura comunista, que finalmente la cuerda se ha roto y Google le ha dado al PC chino con las puertas en las narices, algo a lo que, obviamente, no están muy acostumbrados, como se deduce de las poco sutiles declaraciones del Ministro de Exteriores chinos pocas horas después.

Y es que Google en China no funcionaba como en el resto del mundo. Búsquedas de carácter político, blogs de disidentes, información sobre el Tibet, artículos en wikipedia sobre la matanza de Tiananmen... no digamos ya pornografía o críticas al régimen chino en medios extranjeros; todo ello estaba debidamente "filtrado" para que no dañara la sensibilidad y confundiera la mente de los ciudadanos chinos.

Finalmente, la empresa de California ha agotado su paciencia y, en una decisión inaudita en el mundo empresarial, ha decidio poner por delante la honestidad del servicio que presta, así que ha cerrado el chiringuito y se ha llevado sus servidores a Hong Kong, donde las leyes chinas no pueden ser tan restrictivas. A partir de ahora, cualquier internauta que entre en google.cn será redirigido automáticamente a google.com.hk, desde donde podrá realizar cualquier tipo de búsqueda. Haced la prueba, entrad en google.cn y poned "Tianamen", veréis centenares de resultados, algo que antes era impensable.

Google sabe que esta decisión le saldrá cara, y que lo más probable es que su sitio web en China desaparezca, pero por lo menos ha tenido el valor de hacer algo que muy pocos han hecho: levantar la voz contra un régimen dictatorial que impone la represión y el silencio ante los horrores que ejecuta y ha ejecutado. Quién iba a pensar que una página en blanco donde sólo pone Google, con una casilla de entrada de texto y dos botones debajo, que se limita a ejecutar un robot de búsqueda que ordena (de forma matemática y nada tendenciosa) la información de la web, iba a ser una herramienta tan poderosa contra las dictaduras. Bendita era de la información.

jueves, 18 de marzo de 2010

El creador de Mario candidato a los Premios Príncipe de Asturias

Shigeru Miyamoto, considerado padre del videojuego moderno, además de ser el creador de las que son, probablemente, las dos sagas más influyentes en la corta historia de los videojuegos: Mario Bros. y Legend of Zelda, ha sido presentado como candidato al Premio Príncipe de Asturias de la Comunicación y Humanidades.


Como algunos sabréis (y si no, aquí estoy yo para contarlo), la candidatura al Premio Príncipe de Asturias debe ser presentada por un tercero (persona o asociación) y, en este caso, la candidatura del Señor Miyamoto ha sido presentada oficialmente por Gamelab, la 'Feria Internacional del Videojuego y el Ocio Interactivo', que anualmente acoge la ciudad de Gijón.

Con una carrera profesional ligada a Nintendo desde 1977, el genio japonés ha dejado una profunda impronta en el mundo de los videojuegos, siendo la persona más influyente en la industria. Como ejemplo más reciente cabe destacar el caso de Wii, consola tras cuyo concepto también se encuentra Shigeru Miyamoto, y que ha conseguido romper la barrera que impedía a un público más masivo, sin distinción de sexo o edades, acceder al ocio electrónico.

Miyamoto San ya cuenta en su haber con prestigiosas distinciones como el premio BAFTA de la Academia Británica o la Legión Francesa, por lo que su aportación al mundo de las artes y la comunicación ya se ha reconocido con anterioridad en Europa. Sin embargo, su candidatura al Premio Príncipe de Asturias resulta especialmente significativa, ya que el hecho de que un diseñador de videojuegos opte al premio más prestigioso que se entrega en nuestro país deja a la vista el cambio que se está produciendo en la mentalidad española hacia este sector, demonizado durante muchos años sin el más mínimo fundamento desde los medios generalistas y sectores conservadores. Quizás sea porque el videojuego comienza a apreciarse en España como un medio de expresión de valor cultural e incluso artístico, o quizás sea porque el mercado impone su ley, ya que somos el tercer país consumidor de videojuegos en Europa.

Sea como sea, me alegro de que desde ámbitos tan "formales", por así decirlo, se tenga en cuenta el trabajo de uno de los mayores creadores de nuestro tiempo. Cualquier persona u organización que quiera mostrar su apoyo formal a la candidatura de Shigeru Miyamoto puede hacerlo dirigiendo un correo electrónico a info@gamelab.es, yo ya lo he hecho :D

martes, 16 de marzo de 2010

Encrucijada de caminos

Últimamente me encuentro en una encrucijada de caminos. No sé hacia donde ir. Ya habréis adivinado que no me refiero a "ir" en el aspecto físico, es algo más vital. Es la eterna pregunta: "¿qué hago con mi vida?". Puedes esperar que la pregunta se responda sola, entonces será la vida la que haga algo contigo, te zarandeará y te llevará por donde ella quiera. O puedes intentar responder la pregunta tú mismo. Intentar elegir el camino, "labrarte tu propio futuro" (más frases hechas).

Intento visualizar mi futuro, qué me gustaría estar haciendo dentro de cinco años. Hay cosas que me gustarían. Ahora intento idear un plan para llegar a dichas metas, y ahí es donde todo se viene abajo. No encuentro maneras realistas de alcanzar mis objetivos, necesito puntos de apoyo que no están a mi alcance. Estoy en una encrucijada de caminos, el problema es que no veo los caminos, no hay indicaciones ni sendas horadadas sobre las que caminar, sólo un inmenso erial a mi alrededor. Siempre me gustaron los retos.

jueves, 11 de marzo de 2010

La maldición de octavos ya es oficial

Y mira que yo al partido le veía mala pinta. No de ayer, sino desde que terminó el encuentro de ida: eso de no marcar un gol en campo ajeno te condiciona muchísimo, porque como el otro acierte a marcar en tu casa, con el valor doble de los goles a domicilio, te ves obligado a un esfuerzo espectacular para levantar la eliminatoria. Pues justo eso fue lo que pasó: la primera parte el Madrid venga a atacar, con la defensa adelantadísima y unos huecos que daban vértigo, gietas por las que el Lyon se filtraba de vez en cuando, provocando un mal rollito tremendo cada vez que pisaban el área madridista. Y yo pensaba, "vale, necesitamos marcar para igualar la eliminatoria, y luego haremos un fútbol más pausado". ¡Leches pausado! ¡Qué meten el gol y siguen igual! Sobrerrevolucionados, atacando sin vigilar los espacios que se dejaban atrás, y así no se plantean estas eliminatorias.


Mira que yo no soy sospechoso de ser amante de catenaccio (en el Pro Evolution sigo jugando con un 3-4-3, ¡toma ya!) pero estos partidos, con el resultado que traía el Madrid, hay que jugarlos a la italiana. Sobre todo después de meter el primer gol, tras el cual la prioridad no era meter un segundo, sino que no te metieran uno, porque el escenario entonces se tornaba dramático. Después del primer gol el Madrid debería haber levantado el pie del acelerador y haber contemporizado: "ya estamos iguales y jugando en mi terreno, ahora ven a por mí si te atreves". Debería haber juntado las líneas, haber cerrado huecos y haber atacado sólo con los tres de arriba, que se deberían bastar para hacerle un gol al Lyon. Me acuerdo de un partido similar del Milán de Capello: le bastaba con un gol para pasar la eliminatoria pero, sobre todo, que no le marcaran. A ellos les daba igual meter el gol en el minuto 5, el 90 o en la prórroga. Y no dieron opción al equipo contrario de hacerle ni una jugada de peligro, y metieron su gol en el 88. ¡Qué suerte estos italianos! ¡Siempre igual! Suerte no, es que estas eliminatorias se juegan así, por algo tienen cinco Mundiales.

Bueno, me podréis decir que hablar a posteriori es muy fácil, que cómo puedo pedir que jueguen como Capello y todo eso. Pero es que durante el partido lo estaba viendo, el Olympique llegaba poco pero, con que acertara una, adiós. La situación me recordó a la eliminación de España en el pasado mundial de Alemania: nos adelantamos en el marcador, debíamos tomárnoslo con calma, pero España siguió jugando al ataque como si necesitara el gol, cuando los que lo necesitaban eran los franceses. Y, claro, goles de Ribery y Zidane. No cometer esos errores, saber manejar los tiempos del juego en esas situaciones, a eso se le llama saber competir. España no sabía, y se ve que este Madrid tampoco.

Es el sexto año que el Real Madrid cae en octavos de la Champions League, y este año el fracaso es más rotundo, porque evidentemente el club no se ha gastado 250 millones de euros este verano para obtener el mismo resultado en la competición que define al Real Madrid como leyenda. Aun así, espero que la institución sepa tomarse esta eliminación con calma. Y con esto quiero decir que no comience a discutirse la figura de Pellegrini, que está haciendo una ejemplar campaña en liga contra el que es, probablemente, el mejor equipo de fútbol de la historia; y que en Champions se ha equivocado, sobre todo en el planteamiento del partido de ida en Lyon, porque en el de vuelta poco más se le puede pedir. Quizás que hubiera contenido más al equipo tras el primer gol, que hubiera pedido más sangre fría a sus jugadores, pero respecto a la alineación sacó lo que todo el mundo veía lógico antes del partido. No se nos puede olvidar que este Real Madrid es un equipo en construcción, con siete jugadores nuevos en el once titular, y que precisamente en este tipo de competiciones es donde se pagan los errores puntuales.

Pero al margen de la eliminación en Champions, he visto al Madrid de Pellegrini hacer un fútbol espectacular, como no se le veía a este equipo desde hacía años, así que espero que se dé tiempo al pastel para que acabe de cuajar, porque si lo que se ha vislumbrado puntualmente consigue convertirse en una feliz constante, el club puede disfrutar de una época gloriosa.

Por cierto, una vez que hemos comprobado lo difícil que es este campeonato, ¿recordáis lo que hizo Del Bosque en el año que lo echaron del banquillo? Ganó la liga y llevó al Madrid hasta la semifinal de la Champions, donde cayó contra la Juventus en DelleAlpi porque Figo falló un penalti. ¡Qué injusto se ha sido con ese hombre!

Foto: AS.com

viernes, 26 de febrero de 2010

El cine español aprende a competir en taquilla

El pasado año resultó mucho mejor de lo esperado en cuanto a taquilla para el cine español. En verano de 2009 nada hacía aventurar que la campaña acabaría siendo una de las mejores en cuanto a recaudación para la historia de nuestro maltrecho cine patrio; y es que la cuota de pantalla había sido del 9,9% durante el primer semestre del año. Esto no hacía sino consolidar una caída libre que había comenzado en 2005 (año en el que sólo el 21,3% de las películas vistas en nuestras salas eran españolas), y había empeorado en 2006 (18,8% de cuota de pantalla), 2007 (15,8%) y 2008 (13,1%). Por tanto, ese 9,9% registrado el pasado mes de julio hacía temblar a más de uno.


Pinta mal la cosa ¿no? Pues, si la analizamos más a fondo, pinta peor: y es que en 2008 las películas españolas recaudaron en taquilla 81 millones de euros, pero recibieron subvenciones del Fondo de Protección a la Cinematografía por valor de ¡85 millones de euros! El dato es demoledor, en 2008 nuestra industria cinematográfica comió de lo que le pagaba el Estado, algo inimaginable en cualquier otro sector productivo. Aquí tengo que citar ineludiblemente a mi amigo Antonio, que constantemente me recuerda que la mayoría de los cineastas españoles viven de la sopa boba. Su argumento es inapelable: "si yo abro una zapatería y no vendo zapatos, la cierro porque el negocio no es rentable, y asumo las consecuencias de mi mala inversión o incompetencia para gestionar el negocio. Pero si en España haces una película que naufraga en taquilla, ¡no pasa nada! Pides una subvención al Gobierno y haces otra". Y así tenemos grandes directores que a Garci y cuatro más les deben encantar, pero que al público (el que paga) está visto que no; pero a pesar de contar sus estrenos por discretos (o fracasos) siguen en el negocio. Oiga, así también hago yo cine.

Volvamos a verano de 2009, ¿qué fenómeno se produjo a partir del mes de octubre para darle la vuelta a la tortilla? Pues fenómenos con nombre y apellido: Rec 2, Celda 211, Spanish Movie, Planet 51, Ágora y El secreto de sus ojos. Seis números 1 de taquilla, algo impensable para el cine español, que cuando ha registrado una buena taquilla anual suele ser arrastrada por una o dos películas (los casos de Torrente 2 y Los Otros son de referencia). Estas películas han tenido tal respuesta de público que permitieron cerrar 2009 con una recaudación estimada de 104 millones de euros (aún no se conocen datos oficiales), a lo que se deberá sumar lo que recauden en salas de otros países. Y el tirón de estas producciones continúa siendo el principal sustento de la taquillas española durante los primeros meses de 2010. ¿Notáis cuál es el parecido entre todas ellas? La calidad es más bien dispar, y el público al que se dirigen también. La respuesta es que TODAS son películas de género: terror, thriller carcelario, comedia que copia descaradamente a las spoof movie yankis, animación digital, un péplum en toda regla y un thriller noir de investigación.

Nada de triángulos amorosos, de tórridos romances, de complicadas tragedias, de comedias castizas... nada de eso. Cine de género con la estructura y referencias heredadas del cine USA, el cine que va a ver la gente, al que está acostumbrado el público (sí, porque nuestro público conoce y disfruta más los patrones del cine USA que los del cine español, basta con ver la taquilla). Los productores de estas películas lo sabían, y los directores (en su mayoría jóvenes que han bebido más del cine de Spielberg, los Farrelly o Pixar que de Garci, Trueba y Bigas Luna) también, y han ofrecido descaradamente y sin tapujos lo que el público demandaba. Acompañado, eso sí, por una producción y una inversión a la altura de lo que nos suele proponer Hollywood, porque si no, no cuela. ¿Alguien cree que Ágora tiene peor puesta en escena que los últimos péplum procedentes de Hollywood? ¿O nota alguna diferencia entre la animación de Planet 51 y la de una peli de Dreamworks? Son películas realizadas por equipos eminentemente españoles, pero con un continente y un contenido más del gusto del público global, lo que permitirá que continúen su carrera comercial fuera de nuestras fronteras.

La duda que nos queda es, ¿es esta tendencia positiva? Yo creo que sí. Muchos afirmarán que esto es abrazar la globalización, perder la seña de identidad de nuestro cine. Yo creo que al público hay que entretenerle, ofrecerle lo que quiere, y después le podremos deslizar sutilmente nuestro mensaje, nuestro estilo o nuestra seña de identidad.

Lo que está claro es que el cine español no podía seguir por donde iba; así que, bienvenido este cine español de género, este cine comercial, de valores de producción elevados y grandes inversiones. Primero ganémonos al público, que esto es una industria, y luego preocupémonos de nuestras señas de identidad

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lunes, 1 de febrero de 2010

Temporada final de Perdidos: el hito de la TV moderna llega a su conclusión

Hoy se estrena en USA la temporada final de Perdidos (Lost), el broche final de una serie que ha revolucionado los parámetros de la ficción televisiva; una producción que, guste o no, ha supuesto un hito como pocos en la historia del medio.


¿Es Lost tan buena como dicen? Sin duda lo es, porque más allá de su adictiva trama y de su impecable uso del cliffhanger (ese final de capítulo abrupto que nos deja impacientes por ver el siguiente), más allá de sus poderosos personajes, la creación de J.J. Abrams y Damon Lindelof logra reescribir a lo largo de sus cinco años en antena las reglas del juego, la manera en que se debe hacer televisión.

Y es que Perdidos ha roto con muchas de las leyes no escritas del medio: los arcos argumentales no duran un capítulo, como es habitual en la ficción televisiva, ni siquiera una temporada, sino que se han mantenido a lo largo de seis años; adiós también a la continuidad temporal, con constantes saltos en el relato que hace un uso masivo del flashback y el flashforward; y adiós a la tiranía del estudio, que dictaba que una producción debía alargarse si era rentable: en Lost el desarrollo y el final de la serie han estado planeados al milímetro desde el principio, y durante los últimos cinco años hemos asistido a cómo la trama se hilvanaba poco a poco, como piezas de un puzzle que van cayendo y encajando, formando un cuadro que paulatinamente vamos comprendiendo mejor a medida que tenemos nuevas piezas que colocar en el tablero.

A ello debe sumarse el tan comentado uso de Internet como elemento de difusión de la serie y potente herramienta de comunicación entre sus creadores y los fans de la misma. Fans que han sabido organizarse a través de la Red para presionar y mantenerla en antena incluso cuando las audiencias eran pobres; algo que sucedió principalmente en los comienzos de la primera temporada, cuando la cadena ABC decidió echar al productor después de gastarse 13 millones de dólares en el aparatoso episodio piloto, sin que se supiera muy bien a dónde iba a parar todo aquello.

Ciertamente, Perdidos introduce muchos elementos novedosos en la ficción televisiva, pero personalmente creo que lo más importante de esta serie es que presupone que sus espectadores son gente inteligente. Perdidos rompe con la gran regla no escrita de la televisión, que dicta que al espectador se le debe dar un producto ligero que asimile con facilidad, y plantea una historia y un desarrollo que suponen todo un reto para su público. Abrams y Damon nos dicen "el camino va a ser largo y difícil, a menudo os sentiréis perdidos, pero os prometemos que llevaremos esto a buen puerto y que os lo pasaréis bien durante el trayecto, pero tenéis que poner de vuestra parte".

Personalmente, esta es la televisión que llevaba esperando toda mi vida, la que me trate como una persona inteligente; la que, al igual que un buen libro, me rete a pensar y reflexionar, a intentar anticiparme al autor; la que me deje clavado en el sofá asimilando lo que he visto. Esa es la propuesta de Perdidos, la propuesta de otra televisión que está ahí: la propuesta de Urgencias, de The Wire, de House, de Los Sopranos, de Entourage y de Battlestar Galactica, de Dexter y de Mad Men. Otra televisión de la que Perdidos es su exponente más popular, pero (¡gracias a dios!) no el único.

Os dejo con esta fantástica infografía, titulada "Una isla perdida en el tiempo", realizada por el diario Público para su reportaje con motivo de esta sexta temporada.




martes, 26 de enero de 2010

Mujeres y madres

Me he acordado de una conversación que tuve hace algún tiempo con varias compañeras. Hablaban de cómo se definirían como personas, qué es lo que más definía su identidad. Obviando nombres, una le comentaba a otra: "pero di la verdad, desde que tienes niños tú ante todo te sientes madre", a lo que la aludida respondía "No, ante todo no. Soy madre, pero también muchas otras cosas". Eso me hizo pensar en cuántos hombres se definirían como "padres ante todo"; muy pocos creo yo.

Y en un primer momento la respuesta me chocó, porque existe una cierta conciencia cultural de que la maternidad es la función más sagrada que puede desarrollar una mujer, así que no me esperaba esa negativa tan rotunda a una máxima implícita, a un acuerdo consuetudinario que no se suele verbalizar pero que está ahí. Y tras reflexionar un poco sobre ello, te das cuenta de que la maternidad ha sido una poderosa herramienta machista, si no la principal, para frenar el desarrollo de la mujer. Cuando llegaba un niño al mundo se daba por sentado que su educación era la responsabilidad principal de las madres, y en base a este argumento la mujer debía abandonar su carrera profesional,cualquier aspiración personal, retirarse de la vida social activa y consagrarse al cuidado de la descendencia y de su casa. En la mayoría de los casos de buen grado, sin darse cuenta en ese momento del sacrificio que se les pedía, imbuidas de ese concepto trasmitido generación tras generación de lo que debía ser la maternidad.

Sabemos que hoy no es así (al menos no en todos los casos) pero, principalmente, porque si los dos miembros de la pareja no trabajan una familia no se puede mantener. Era un debate que, por una razón u otra, creía superado. Pero cuando escuchas a mujeres progresistas decir que ante todo son madres... Quiero decir, yo también pienso que ser padre es la mayor responsabilidad que puede asumir un ser humano, al menos durante el período de tu vida en la que tus hijos dependen de ti, pero una definición reduccionista de ese tipo es una trampa usada a lo largo de la historia contra la mujer, una trampa que daba a entender que la que no lo sacrificaba todo por su familia era una mala mujer, una trampa que aún hoy sigue funcionando.

En esta sociedad utilitarista, en la que insistimos en pensar que una persona vale lo que vale su trabajo, continuamos pensando que una mujer debe sentirse, o aspirar a ser, madre por encima de todas las cosas. Yo, por mi parte, no pienso juzgar a la que no quiera sacrificar su carrera profesional y/o su vida personal por ser madre; o a la que, siendo madre, se sienta al mismo nivel pareja, amante, trabajadora o cualquier cosa de la que se sienta orgullosa o le guste. Y también respetaré a la que quiera ser madre por encima de todas las cosas, pero porque ella lo quiera así, no porque nadie lo dé por sentado.

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